El estilo ecléctico reúne elementos y características de diversos estilos decorativos, por lo que resulta ideal para satisfacer a aquellas personas más creativas que no se sienten identificadas con un solo estilo de decoración y no quieran ceñirse a reglas cerradas a la hora de decorar su casa. El eclecticismo combina clásico con lo moderno o lo rústico con lo minimalista para lograr ambientaciones originales, curiosas y, sobre todo, poseedoras de una gran personalidad.
El estilo ecléctico, cada vez más común en estancias como el dormitorio o el salón-comedor, escapa de las reglas adheridas a cada estilo para crear uno nuevo, personalizado y completamente adaptado a los gustos y necesidades de cada uno/a. Es el gusto por las mezclas y combinaciones de todo tipo, por una total flexibilidad a la hora de elegir materiales, texturas y colores de acuerdo a lo que dicte la imaginación.
En la decoración actual, es muy común, por ejemplo, introducir elementos antiguos en ambientes modernos para conferir a los mismos un original toque vintage. Un gramófono, una antigua máquina de coser, un teléfono retro o un reloj de estilo clásico de pared o sobremesa son algunos de los muchos recursos que podemos emplear para tal fin. Sus diseños ancestrales, remarcados en muchos casos por preciosos efectos envejecidos, te ofrecen la posibilidad de crear fantásticos y sorprendentes contrastes con piezas actuales, rompiendo así con la monotonía imperante en algunas decoraciones.
Otra opción es usar maletines apilados o palets para crear rústicas mesitas, o introducir en la decoración una bonita pieza de forja que transmita ese entrañable toque hogareño al recibidor, la sala de estar o el propio jardín de la casa, en caso de disponer de uno.
Eso sí, la libertad que fomenta el eclecticismo no significa que debas amontonar muebles y artículos de decoración sin criterio alguno. Se trata, por supuesto, de dar rienda suelta a la creatividad, pero siempre manteniendo el sentido común y el buen gusto a la hora de combinar los distintos elementos.
Esto implica guardar un cierto orden en cada estancia que te permita moverte fácilmente a través de ella y recibir visitas sin ningún problema. En este sentido, procura dejar suficiente espacio para desplazarte cómodamente entre los muebles y piezas de cada habitación. No en vano, la comodidad es sin duda el aspecto más importante a tener en cuenta, pues te permitirá disfrutar mucho más de la decoración y sacarle el máximo partido a la misma.
Asimismo, apuesta por colores suaves o neutros en paredes y muebles principales, ya que con ello ayudarás a que destaquen mucho más los pequeños detalles y accesorios. En última instancia, intenta también mantener, en la medida de lo posible, un hilo que mantenga la coherencia de la decoración, bien sea un material, un estampado o un color predominante que dé sentido a toda tu creación.