Los cabeceros son tableros más o menos planos que se emplean para adornar la parte superior de la cama. Su misión principal es evitar que la persona que esté acostada roce o se golpee contra la pared, y también que la almohada se introduzca entre la pared y la cama.
Un cabecero o cabezal puede fabricarse con diferentes materiales, siendo los más comunes los de madera de mindi o los de DM lacado. Existen cabeceros de distintos tamaños, dividiéndose por norma general entre los de cama de uso individual y los de cama doble o de matrimonio.
Por otra parte, el cabecero debe ajustarse a los colores y texturas del dormitorio y no desentonar tampoco con la ropa de cama y las cortinas. Lo ideal, en definitiva, es que guarde una cierta coherencia visual y decorativa con el resto de elementos.
Los cabezales confieren calidez y confort al dormitorio, aumentando al mismo tiempo la sensación de habitabilidad de la estancia.