En los últimos tiempos, debido sobre todo al desarrollo de las nuevas tecnologías, está emergiendo con fuerza la costumbre de trabajar desde casa, por lo que en muchos casos resulta indispensable contar con una adecuada zona de estudio o trabajo en la vivienda.
Lejos de limitar su presencia a uno de los dormitorios, cada vez es más frecuente habilitar la zona de estudio en estancias principales, como el hall, el comedor o el salón. Recuerda que la zona de trabajo no tiene por qué ocupar demasiado espacio. En la mayoría de las ocasiones bastará con una mesa de escritorio, una silla confortable y un mueble de almacenaje de fácil acceso, como una cajonera o una pequeña estantería.
También será necesario disponer de suficiente luz natural, por lo que es recomendable ubicarla debajo o lo más cerca posible de una ventana. Colocarla junto a una pared o en el centro de la estancia es una decisión que debes tomar en base a las medidas y características de la habitación. En caso de optar por la segunda opción, asegúrate antes de que quede suficiente espacio para pasar alrededor del conjunto mobiliario sin ninguna dificultad.
Siempre que el espacio te lo permita, es preferible contar con una mesa amplia en la que se pueda trabajar con comodidad, especialmente si pretendes desplegar sobre ella papeles o documentos de gran tamaño. En cambio, si lo que necesitas es instalar en la zona de trabajo un ordenador de sobremesa o portátil, lo mejor será optar por una mesa diseñada para tal fin, con sus respectivos compartimentos para la torre, la impresora o el escáner.
Por otra parte, ten en cuenta que una adecuada elección y distribución de los diferentes muebles de oficina en casa y los elementos que compongan la zona de estudio incrementará su funcionalidad y versatilidad, haciéndola válida tanto para niños como para adultos. En este sentido, es preferible huir en este caso de escritorios vintage o, en definitiva, muebles de estilo muy marcado y mejor optar por piezas sencillas de carácter más neutro y polivalente.
Por suerte, en la actualidad existe un sinfín de muebles que reúnen estas características, especialmente aquellos fabricados en DM o cristal. Estas piezas se integrarán sin problemas en cualquier estancia (siempre que su estilo se ajuste al de vivienda) y a su vez podrán actuar cuando como prácticas mesas auxiliares en las que apoyar toda clase de complementos decorativos (lámparas de mesa, jarrones, portafotos, candelabros, etc.).