La mesa de centro es un elemento fundamental en cualquier salón o sala de estar, ya que en buena medida determina el estilo y personalidad de dicha estancia. Por lo tanto, antes de tomar una decisión y decantarte por un modelo u otro, conviene que tengas en cuenta una serie de aspectos.
Lo primero que hay que tener claro es el tamaño adecuado en cada caso, obviamente ni muy grande ni muy pequeño, siempre en base a las medidas de cada sala de estar. Huelga decir que un salón grande requerirá una mesa acorde a su tamaño, al igual que una sala de estar más pequeña precisará un modelo de dimensiones proporcionales. Si dispones de un salón de tamaño medio, unos 100 o 120 cm de largo y 40 o 45 cm de altura (la misma aproximadamente que el asiento del sofá) son generalmente unas medidas recomendables.
En cualquier caso, la mesa de centro o mesa ratona debe hacerse notar y tener cierta presencia, pero sin ocupar más espacio del deseado, es decir, que no acapare la práctica totalidad del espacio útil disponible. En este sentido es conveniente dejar un mínimo de 40 o 45 centímetros de distancia entre la mesa y el sofá, una distancia que en principio debería ser suficiente para facilitar el paso entre medias en el día a día y al mismo tiempo te permitirá tenerla cerca para servir la merienda a los invitados o simplemente dejar el mando, el móvil u otros objetos auxiliares sin necesidad de levantarte. Igualmente, es recomendable dejar aproximadamente el doble de distancia entre el borde de la mesa y el televisor, en caso de haberlo, para poder gestionar con comodidad cualquier incidencia o aspecto relacionado con este último, y de paso dejar espacio suficiente para que la televisión no quede demasiado cerca de la vista.
Por otra parte, las mesas de centro están cambiando para adaptarse a las nuevas tendencias y demandas tanto de decoradores como de clientes particulares, que cada vez en mayor medida buscan un cierto valor añadido en esta mesa baja para el salón. En la actualidad se demandan con relativa frecuencia, por ejemplo, las mesas de centro con capacidad de almacenaje, bien con cajones o bien con puertas de armario que permitan guardar pequeños enseres, manteles, cargadores para móviles o tabletas, pilas del mando a distancia del televisor, etc.
También son muy demandadas las mesas de centro elevables, que permiten disfrutar de un almuerzo o cena ligera o incluso trabajar con un ordenador portátil mientras estás sentado/a en el sofá. Asimismo, el hecho de que su tablero sea parcial o totalmente elevable provoca que se genere un práctico espacio de almacenaje debajo del mismo, una característica muy interesante para la función anteriormente comentada.
Y si hablamos de almacenaje no podemos obviar las ventajas que te ofrecen los modelos con revistero, bien sea adherido a una parte lateral del mueble o, en forma de balda en su parte inferior, una opción esta última mucho más cómoda, ya que de esta forma, además de contar con un mayor espacio para tener colocar revistas, también puedes depositar cualquier otro tipo de enseres que quieras tener a mano, y de paso evitas ese saliente que podría hacerte tropezar o con el que podrías golpearte accidentalmente en un momento dado.
No olvides tampoco las ventajas que puede ofrecerte una mesa de centro con ruedas, que te permitirá moverla cómodamente cuando así lo necesites para barrer o pasar el aspirador por la zona que queda debajo de ella sin necesidad de arrastrarla literalmente, y por lo tanto evitar la posibilidad de rayar el piso. No obstante, si no te gustan los modelos con ruedas y quieres poder limpiar esta zona con cierta facilidad, siempre puedes optar con una mesa con patas relativamente altas que te permitan pasar la escoba, la fregona o el aspirador por debajo del mueble.
Otro aspecto importante es la presencia o no de niños en casa. En caso de haberlos, hay que prestar especial atención al material y forma de la mesa, evitando en la medida de lo posible los tableros de cristal y las esquinas muy pronunciadas, aunque estas siempre pueden aliviarse con protecciones. Tal vez esto contribuye, sin ser el único motivo, a que muchas personas opten por la madera y/o el hierro con acabados envejecidos como materiales principales, que además darán a la casa un toque vintage, rústico o industrial que resulta perfecto si lo que buscas es crear atractivas ambientaciones eclécticas, que por todos es sabido que cada vez están más de moda en el mundo del interiorismo. Y es que resulta muy difícil resistirse a una decoración que mezcle con sutileza y buen gusto piezas de diferentes estilos, texturas y tonalidades.
Por último, respecto a la forma, es obvio que la más habitual es rectangular, pero también puedes optar por una cuadrada, ovalada, redonda o triangular. ¿Cuál se adapta mejor a tu salón?