Amueblar la casa de la playa: invierte en tu descanso

Por tratarse de nuestro lugar de descanso, es recomendable dedicar tiempo, cariño y presupuesto a la decoración de la segunda residencia.

Si dispones de una casa en la playa en la que refugiarte en verano o en cualquier otro momento de la rutina, qué menos que cuidarla como se merece. Para asegurar tu bienestar cuando te alojes en ella, es preferible no salir del paso con cualquier cosa e invertir en muebles de calidad que aúnen diseño y funcionalidad, y te permitan disfrutar de tu tiempo de descanso sin sorpresas desagradables.

Amueblar la casa de la playa: invierte en tu descanso

Si tienes la suerte de disponer de una segunda residencia y, más concretamente, una casa en la playa, puede que estés pensando en los últimos retoques para ponerla a punto de cara a las vacaciones que se avecinan. Si es así, es posible que te encuentres en una disyuntiva: ¿invertir en muebles de calidad o salir del paso con muebles 'de batalla'?

Sin lugar a dudas, nosotros somos partidarios de lo primero. Ten en cuenta que la casa de la playa suele ser el lugar de descanso por antonomasia, el refugio en el que huir de la rutina, alejarte de los atascos y desconectar de todo por un tiempo. Por lo tanto, esta vivienda debería recibir, como mínimo, la misma dedicación que tu casa habitual. Imagínate lo que puede ser llegar a esta segunda residencia y encontrártela con muebles destartalados o de baja calidad. El bajón puede ser importante, y las ganas de relax y descanso puede que se vuelvan por donde habían venido.

Al contrario de los que podrías pensar, no es necesario dejarse cuatro o cinco sueldos en decorarla. En nuestra tienda te ofrecemos un amplio catálogo de mobiliario de calidad a un precio más que competitivo. Es el caso, por ejemplo, de nuestros muebles bajos, especialmente recomendables para potenciar la luz natural que suelen tener las casas situadas cerca de la playa. El hecho de ser más bajitos de lo habitual permite que la luz se expanda sin obstáculos por toda la vivienda, ofreciendo una sensación de mayor amplitud y desahogo que se agradece todavía más si cabe cuando aprieta el calor, sobre todo en el salón-comedor de la casa.

Precisamente cabe prestar especial atención a esta estancia, ya que, en ella, ya sea en familia, con la pareja o los amigos, pasaremos la mayor parte del tiempo que estemos en la vivienda, descansando tras un intenso día de playa, piscina o actividades. Unos buenos sofás son innegociables, tapizados con tejidos lo más frescos que sea posible. Y si su tapiz no destaca por su frescura, siempre puedes echar mano de una elegante funda (sí, dejémonos de una vez de taparlos con sábanas).

Imprescindible también un buen conjunto de mesa y sillas de comedor. Piensa que alrededor de él celebrarás inolvidables comidas y cenas en grupo, con sus respectivas sobremesas, que seguramente querrás recordarlas por lo divertidas y agradables que han sido, y no por haberte partido la espalda durante la tertulia, ¿no crees? Por ello es imperativo seleccionar sillas cómodas en las que poder pasar el tiempo que sea necesario disfrutando de la sobremesa con familiares y amigos.

Por cierto, qué mejor que esta segunda residencia para dar rienda suelta a tu creatividad, formando una atractiva decoración ecléctica en la que integres varios muebles originales. El mobiliario vendido casi 'a granel' por determinadas tiendas de decoración está bien para ahorrar dinero, pero da pie al juego de encuentra las siete diferencias entre una casa y otra.

Y para el balcón, la terraza o el jardín, la mejor apuesta siempre serán los muebles de teca, toda una garantía de calidad y estética para la decoración exterior. Cuidado de forma adecuada, esta madera es una de las que mejor resistencia ofrece al sol, la humedad o directamente la lluvia.

Insistimos, la puesta a punto de la segunda residencia requiere tanto o más cariño y que el demandado por la casa principal.