El auge que en los últimos años están teniendo las casas y pisos pequeños ha coincidido con un aumento en la demanda de puertas corredizas plegables, probablemente como parte de la búsqueda de soluciones prácticas para optimizar lo máximo posible el espacio disponible en estas viviendas. Además, progresivamente las puertas flexibles se han modernizado de manera más que considerable, y ahora presentan diseños de los más variados y elaborados.
¿Qué son las puertas plegables?
Las puertas plegables son aquellas que, como su propio nombre indica, se pliegan hacia atrás en secciones o paneles, permitiendo su apertura total o parcial según las necesidades del usuario. Tienen el mismo efecto que las puertas correderas al uso, pero su funcionamiento es algo distinto.
¿Cómo funciona una puerta plegable?
La puerta plegable, cuando se abre, deja las hojas o paneles doblados una encimo del otro. Para ello dispone de un riel que permite y facilita el movimiento deslizante y plegable de las hojas. Sin embargo, cuando está cerrada, la puerta funciona como si de un panel uniforme se tratara, al igual que una puerta corredera o incluso una puerta abatible.
¿Dónde usar una puerta plegable?
Las puertas flexibles son especialmente útiles no solo en casas y espacios pequeños, sino también para jugar con la posibilidad de separar o no dos estancias, dependiendo de las circunstancias que requiera una situación o simplemente de lo que te apetezca en cada momento, ya que permiten dividir fácilmente las habitaciones de la vivienda sin alterar la funcionalidad de cada estancia.
Ventajas de las puertas plegables
Una de las principales ventajas de las puertas correderas flexibles, además del mencionado ahorro de espacio que suponen, es que funcionan para tramos de cualquier tamaño, desde la longitud que suele ocupar una puerta estándar hasta tramos de varios metros que incluso pueden suponer todo el ancho o largo de una estancia.
Además, no hay posibilidad de que golpeen y/o dañen las paredes o muebles auxiliares de la casa, y ofrecen una gran variedad de opciones en diseños, materiales y acabados: las hay de madera, aluminio, cristal, lisas, con molduras, huecas, macizas...
Inconvenientes de las puertas plegables
Obviamente, como cualquier otro elemento, estas puertas también tienen sus desventajas. Una de ellas es que, para cerrarlas a cal y canto, necesitan una cerradura específica como refuerzo. Asimismo, al tener grietas que separan sus paneles u hojas, no ofrecen un aislamiento completo. Por último, como casi cualquier otro tipo de puerta, pero más si cabe en este caso, su instalación requiere mano de obra cualificada.
Teniendo en cuenta todo ello, ¿eres partidario/a de las puertas plegables en casa?