Biombos para decorar y separar ambientes

Ideales para aprovechar al máximo el espacio y aportar a la casa un sofisticado toque oriental.

Los biombos son todo un clásico de la decoración que vuelve para quedarse. Su admirable facilidad para integrarse en todo tipo de estilos, unida a su asequible precio y su amplia variedad de usos en el hogar han convertido a estos elegantes accesorios en toda una joya del interiorismo.

Biombos para decorar y separar ambientes

Los biombos son muebles auxiliares de estilo clásico que en la actualidad se han recuperado para convertirse de nuevo en un accesorio de gran valor decorativo dentro del mundo del interiorismo.

También llamados separadores de ambiente o parabanes, proceden del antiguo Japón, y se componen por lo general de varios paneles plegables unidos entre sí. Los biombos se inventaron  en el país nipón hace ya varios siglos con el propósito de evitar la aparición de molestas corrientes de aire dentro de las casas. Sin embargo, con el paso del tiempo los modelos han ido evolucionando en diseño y calidad, empleándose hoy en día con multitud de usos decorativos, y extendiéndose de forma progresiva a todos los rincones del mundo.

Estos elegantes accesorios pueden presentar una inmensa variedad de diseños (blanco y negro, estampados multicolores, combinaciones de temática marinera, etc.) y tamaños (imponiéndose sobre todo los de 180 cm x 120 cm), y se fabrican en todo tipo de materiales: madera, plástico, tela, mimbre, impresión digital, forja... Esto les permite adaptarse sin problemas a todo tipo de estilos y ambientes, así como ofrecer una interesante variedad de usos a nivel decorativo.

Un biombo puede emplearse para distinguir dos zonas dentro de una misma estancia sin necesidad de levantar otro muro, huyendo de la agobiante sensación que en ocasiones producen las paredes, y ayudándonos así a disfrutar de espacios abiertos y diáfanos en los que aprovechar al máximo la luz natural. Esto será especialmente útil en estudios o pisos pequeños, resultando una excelente solución para delimitar, dentro del salón, la zona de los sofás y el comedor, o crear un tranquilo rincón de estudio o lectura, un espacio para escuchar música, etc.

Los biombos también pueden colocarse en el vestidor, o si no disponemos de uno, en el propio dormitorio, ofreciéndonos en cualquier caso un interesante rincón en el que cambiarnos de ropa con cierta intimidad. Además, añadiéndole uno o varios brazos para colgar la ropa, podemos convertir un biombo en un original e improvisado perchero.

Sin embargo, no es necesario que los biombos cumplan una función específica dentro del hogar. Ubicados con estilo y buen gusto junto a una pared, incrementarán exponencialmente el valor decorativo de cualquier estancia, desde el recibidor hasta el dormitorio, el salón-comedor, un pasillo o el espacio situado bajo de la escalera, aportando a cualquier de estas zonas un sofisticado toque oriental y un aire irresistiblemente romántico.