Siempre se ha dicho que la casa tiene que empezarse por el suelo. Y obviamente es así. Pero eso no quiere decir que, una vez construida, podamos modificarlo. De hecho, cada vez es más común hacerlo, en buena medida por las constantes novedades que ofrece el mercado en materia de suelos. Además, no todos los cambios de suelo tienen por qué resultar especialmente caros, ni obligarnos a sumergirnos en obras de lo más molestas.
El mejor ejemplo de ejemplo de ello y, probablemente por este motivo, una de las opciones de moda en este sentido son los suelos de vinilo. Repasemos sus principales ventajas.
1. Instalación fácil y económica
El vinilo puede colocarse sin ningún problema encima del suelo anterior, sin suciedad, ruido ni apenas pérdida de material, por lo que su instalación resulta tremendamente rápida (en muchos casos no llevará ni medio día) y sencilla en comparación con la de otros tipos de suelo. Cualquier persona relativamente mañosa puede llevarla a cabo, sin necesidad de contratar a un profesional.
2. Mantenimiento muy sencillo
Otra de las ventajas de los suelos de vinilo es lo sencillo que resulta su mantenimiento. Su materia prima es resistente al agua, lo que facilita su limpieza. Eso sí, tampoco hay que sumergir el suelo en agua para llevarla a cabo. Basta con pasar una mopa ligeramente humedecida con algo de agua y jabón neutro para mantenerlo limpio y brillante.
3. Comodidad y confort
Los suelos vinílicos disponen de un soporte amortiguado que les brinda una gran sensación comodidad y confort tanto en invierno como en verano. Además, son unos excelentes aislantes térmicos, y muchos modelos son compatibles con la instalación de calefacción radiante.
4. Silenciosos
Quienes viven en pisos saben lo molesto que -especialmente a ciertas horas del día- puede llegar a resultar el ruido de los pasos o el arrastre de los muebles tanto en el piso superior como en la propia casa. Esto no ocurre con los vinilos, que al disponer de la mencionada amortiguación permiten al usuario disfrutar de espacios tranquilos y silenciosos.
5. Higiene
A diferencia de los laminados, el vinilo se puede instalar incluso en áreas húmedas. Su composición impide la aparición de bacterias y hongos, lo que los hace compatibles con espacios potencialmente húmedos, como el baño o la cocina. Asimismo, evitan la acumulación de ácaros, por lo que son especialmente recomendables para casas con personas con problemas de asma o alergias.
6. Gran durabilidad
La mayoría de suelos vinílicos se compone de 3-4 capas que les garantizan una gran durabilidad. El suelo vinílico ofrece una larga vida útil en casi cualquier situación. Resiste muy bien ante el desgaste propio del día a día, así como del sol y el agua.
7. Amplio abanico de opciones
El mercado actual ofrece una amplia variedad de diseños, colores, texturas y acabados que les permite adaptarse a cualquier estilo decorativo. Además, cada vez presentan aspectos más realistas en imitación madera, piedra, mármol y muchos otros materiales.
8. Fácil de quitar
Tan fácil es de poner... como de quitar. Si te arrepientes de tu elección, te cansas de él o tienes que quitarlo porque vas a dejar la casa a un nuevo propietario o inquilino, su desinstalación resulta igual de sencilla que su instalación.
Todas estas cualidades están haciendo del suelo de vinilo una de las opciones favoritas actualmente en diseño de interiores. ¿Y tú? ¿Te animas a apostar por los suelos vinílicos?