Decorar la casa con maletas antiguas

Saca tus maletas y maletines del armario y aprovecha sus múltiples posibilidades decorativas.

Las maletas antiguas son el último grito en la decoración de interiores. Tanto abiertas como cerradas, en piezas sueltas o apiladas pueden convertirse en improvisadas y originales mesitas de noche, mesas de centro, muebles auxiliares, pies de cama, maceteros o incluso camas para tus mascotas.

Decorar la casa con maletas antiguas

Las maletas antiguas se han convertido en un excelente recurso para decorar la casa con un encantador toque vintage. Sus diseños de estilo retro en materiales clásicos como el polipiel o la madera proponen un atractivo contraste de estilos en la vivienda, una tendencia en claro auge en la decoración actual.

Con un poco de imaginación, las maletas son capaces de ofrecer un sinfín de usos dentro del hogar, tantos que probablemente te preguntarás cómo es posible que hasta ahora solo las hayas utilizado para transportar tus cosas en los viajes, teniéndolas mientras tanto muertas de risa en el armario. ¡Nunca más!

Una buena idea es, por ejemplo, apilar varias maletas de tamaño medio junto a la cama para formar tu propia mesita de noche de estilo vintage. Esto también puedes hacerlo con una pequeña mesa auxiliar, apoyando sobre ella un solo maletín, o adquiriendo directamente una mesita con forma de maleta. Del mismo modo, una o varias maletas grandes pueden actuar perfectamente como una original mesa de centro, transmitiendo a tu salón-comedor un fascinante toque artesanal que a buen seguro fascinará a tus invitados.

Las maletas también pueden resultar muy útiles para sustituir con estilo las típicas cajas de plástico empleadas para guardar la ropa de otra temporada debajo de la cama. Otra opción muy recomendable, sin salir del dormitorio, es convertirlas en un improvisado pie de cama, para lo que también será necesario apilar dos o más de ellas con el objetivo de alcanzar la altura deseada.

El interior de las maletas también brinda interesantes posibilidades decorativas. Dejando sus tapas completamente abiertas, puedes colocar todo tipo de artículos de decoración, como portafotos, postales, libros, jarrones, lámparas de mesa, etc. Si no quieres ocupar tanto espacio prueba a hacer lo mismo con la maleta cerrada, apoyándola sobre un mueble auxiliar y usando una de sus tapas como soporte para apoyar estos objetos.

Además, por si fuera poco, una maleta abierta puede convertirse en un formidable macetero de interior o exterior, o incluso ¿por qué no? en la cama de tu mascota. ¿Lo habías pensado alguna vez?

No obstante, recuerda que no todos sus usos tienen por qué ser estrictamente funcionales. Las maletas antiguas son por sí solas un bonito recurso para decorar una habitación, el hall de entrada o una zona de paso en general, enfatizando su presencia tanto en piezas sueltas como en pequeños conjuntos amontonados, siempre con orden y buen gusto.